Un día de verano
Manuel jugaba con el mar,
como si fuera un amigo
se divertía sin cesar.
Tuvo un sueño
de ir a vivir con él
cantar, bailar…
todo eso fue.
Al despedirse
no supo decirle adiós,
con tanto dolor
quedó su corazón.
El mar lo entendió
también lo sintió,
triste quedó…
su gran corazón.
Manuel jugaba con el mar,
como si fuera un amigo
se divertía sin cesar.
Tuvo un sueño
de ir a vivir con él
cantar, bailar…
todo eso fue.
Al despedirse
no supo decirle adiós,
con tanto dolor
quedó su corazón.
El mar lo entendió
también lo sintió,
triste quedó…
su gran corazón.
Gabriela Salva
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